La verdad es que no quería haber tardado tanto en escribir esta entrada, pero por una mezcla de cambios súbitos de planes (por parte de mi empresa) y también (reconozcámoslo) de pereza, hace casi un mes que mi periplo por Bali y las Gili Islands se acabó y yo todavía estaba sin contar nada por aquí.
Cartel de bienvenida en el Aeropuerto de Bali.
Tras mi tour de seis semanas en Kalimantan, me correspondían dos semanas libres, así que aprovechando que mi siguiente base iba a estar en Kupang y que Bali me pillaba de camino, decidí desconectar y escaparme a una de las islas más turísticas de todo Indonesia.
La isla de Bali, es una provincia indonesia localizada al este de la gran isla de Java, y al oeste de la isla de Lombok. La isla es uno de los principales destinos turísticos de todo Indonesia, del sudeste Asiático y de Australia. Su extensión es de 140 kilometros de este a oeste, y de 90 kilometros de norte a sur, con una superficie total de 5.363 km² (la misma que Cantabria). El punto más alto de la isla es el monte Agung con 3.142 metros de altura, un volcán en actividad cuya última erupción fue en marzo de 1963. La isla se encuentra rodeada por arrecifes de coral. Las playas en el sur son de arena blanca mientras que las del norte son de arena negra.
Atardecer en la Playa de Kuta.
El espectacular desarrollo del turismo internacional en Bali desde
los años 1950 permitió un incremento sustancial del nivel de vida de los
balineses. Las playas de Bali son famosas en todo el mundo. Su arte y
trabajos de artesanía gozan también de un gran reconocimiento
internacional. Su renombrada danza folclórica legong es una de
las muchas danzas balinesas. También a raíz del turismo, Bali se ha convertido en un notable centro de intercambios comerciales.
Los Penes de Bali. No me preguntéis cual es su historia, pero todo puesto
de souvenir tenía su dotaciones de penes, listos para vender.
El atentado de Bali de 2002 significó un duro golpe a la industria del turismo en Indonesia. Tras
este hecho, varios países alertaron sobre el riesgo de viajar a las
regiones afectadas. En consecuencia, el número de turistas en Bali bajó
más de un 30%. Aunque en los últimos años, poco a poco se han vuelto a recuperar los niveles anteriores al atentado.
Monumento en el lugar de los atentados en Kuta.
Sin embargo estos niveles turísticos de Bali, fue lo que a mi me decepcionó enormemente, y hasta me terminaron agobiando. La isla a parte de estar superpoblada, tiene 3,5 millones de habitantes y diariamente acoge a un número de turistas que oscila entre los 600 mil y el millón doscientos mil (dependiendo de la temporada); por lo que Bali tiene grandes problemas de contaminación, deterioro ambiental y escasez de suministro de agua potable.
Mi transporte por la isla de Bali.
Durante los cinco días que estuve por Bali, me alquilé una scooter para poder moverme con libertad por la zona sur de la isla que era donde yo me alojaba. Más concretamente estaba en Padang Padang, en un pequeño hostel/albergue regentado por dos hermanos de la Coruña. El lugar estaba genial, situado en un pequeño barranco a pie de playa, con unas vistas al mar brutales, y donde las noches de marea alta podias incluso sentir el embite de las olas desde la cama.
Las vistas que tenía nada más salir de mi habitación.
Con la marea baja, se podía ver todo el "reef".
Con la marea baja, se podía ver todo el "reef".
Mi idea inicial era estar de relax: playa, surf, cervecitas,..., pensaba dejar para alguna visita futura a la isla, lo de hacer turismo y visitarla como se merece; pero justo coincidió que un amigo mallorquín que el año pasado también estaba trabajando en Malawi, vino a hacer una entrevista de trabajo a Indonesia; así que una vez terminada su entrevista se pilló un vuelo y se vino conmigo a Bali; y sus planes eran totalmente opuestos a los míos, jeje.
Con mi amigo Miquel.
Miquel, unicamente estuvo
por Bali dos días y medio, y quería aprovechar y visitar todo lo que le
diera tiempo, asi que entre atasco y atasco, estuvimos visitando varíos
de los templos del sudoeste de la isla, asi como la zona de Kuta y
Denpasar.
A diferencia del resto de
Indonesia, donde la religión predominante es el islam, más del 90% de
los balineses son hinduistas, aunque practican una forma muy particular
de hinduismo conocido como "hinduismo balinés" que mezcla la creencia en
los dioses y doctrinas hindúes al lado de creencias animistas y culto a
santos budistas.
Ofrendas al Diós Shiva que te podías
encontrar prácticamente en cualquier sitio.
Uno
de los sitios a los que fuimos, y que merece ser nombrado, fue el
templo de Tanah Lot. Es un templo situado en la costa oeste de la isla a
unos 20 km. de la ciudad de Denpasar. Tanah Lot se erige sobre una gran roca que ha sido formada por el embite de las
olas a través de los años y se puede acceder a él justo cuando la marea
está baja.
Templo de Tanah Lot.
Tanah Lot, que en balinés significa "tierra en medio del mar".
En la entrada del templo.
Se dice que se construyó en el siglo XV gracias a la iniciativa de una sacerdote llamado Nirartha,
quien, al descubrir el islote formado por esta grandiosa roca, lo
consideró un lugar sagrado en donde debían levantar un templo para rezar
a los dioses.
Desde entonces el templo de
Tanah Lot forma parte de la mitología balinesa. De hecho, según las
creencias populares este templo está protegido de espíritus malignos e
intrusos por serpientes venenosas situadas en la base de la roca y que también lo protege una serpiente gigante.
Recibiendo la bendición, en la cueva que hay debajo del templo.
#Postureo-Turista
Otro de los sitios que tengo que nombrar en el blog, es la zona de Uluwatu. Tanto el templo del siglo XI, localizado en la orilla de un gran acantilado; como las playas con sus bestiales olas, donde los surferos se peleaban por pillar las mejores, merecen ser la pena visitados.
Más #Postureo-Turista.
De esta guisa me tuve que poner para entrar en el templo de Uluwatu.
Templo de Uluwatu.
Impresionantes los acantilados.
Para meterte en estas olas, tienes que controlar.
No estaba en mis planes quedarme solo en Bali, y tras los cinco días que pasé en la isla tocaba cambiar. Tras un viaje un poco largo, primero en scooter, luego en furgoneta, y finalmente en barco llegue a las Gili Islands. Un archipielago de tres pequeñas islas situadas al norte de Lombok.
Islas Gili.
Aunque viajaba completamente solo, en seguida conocí a bastante gente: Españoles, Alemanes, Australianos, Holandeses,... Y es que otra cosa no, pero el caracter de los turistas que visitan las Gili es bastante abierto, mucha gente en plan mochilero, viajando solo y con ganas de conocer gente y de hacer nuevos amigos.
Taxi en las Gili. Los transportes a motor están
completamente prohíbidos en estas islas.
En las Gili en total pasé 4 días, en los que buceé varías veces (desde Malawi no me había vuelto a meter en el agua), vi atardeceres impresionantes, y aun yendo sólo, sin comerlo ni beberlo terminé saliendo de fiesta todas las noches que pasé en la isla, jeje.
Manta Dive, el centro con el que estuve buceando.
Volviendo de la primera inmersión.
Atardecer desde Gili Trawangan, con el Monte Agung (Bali) al fondo.
Posando para la foto.
Spanish Community.
Con mi tocayo madrileño bebiendonos unas Bintang.
La verdad es que si Bali me decepcionó un poco, las Islas Gili me sorprendieron gratamente. Seguro que en un futuro, no muy lejano vuelvo por allí para relajarme, volver a bucear y seguir conociendo a gente nueva.
Con mis maletas, mis inseparables
compañeras, al final de mi viaje.
¡¡Hakuna Matata!!
